Sant Jordi i el Drac

Hola a tod@s,

Aprovechando la diada de hoy, dejadme que os cuente un cuento...

Había una vez, un dragón que vivía atemorizando a un pequeño pueblo. Tenía un hambre que no se acababa nunca. La población se veía obligada a darle de comer para poder sobrevivir, así que le daban todo el ganado del que disponían, las cosechas...

La gente del pueblo estaba desesperada, ya no sabían que hacer con el dragón, ya que estaba acabando con todas sus existencias. El rey empezó a llamar a valientes caballeros para que fueran a matar al dragón, pero cuando se adentraban en su guarida para acabar con él, ZAS! El dragón se los comía.

El dragón se comío cerdos, ovejas, vacas, caballos, gallinas, conejos .... le daban de todo para saciar su hambre, pero nada acababa con su enorme apetito.

Un día el dragón, cuando ya no tenía nada más que comer, advirtió al pueblo que le dieran a los niños del poblado para poder alimentarse. Todos acudieron al rey para poder encontrar una solución. Como no se ponían de acuerdo en quien debía ofrecerse al dragón, pusieron todos los nombres de los habitantes del pueblo, en un cazo en medio de la plaza mayor.

Cada mañana, el rey iba a la plaza y sacaba un nombre, y ese era el sacrificio que ofrecían al dragón, esperando que algún día se presentara un caballero que pudiera matar al dragón.

Pero el caballero no llegaba...,

Una mañana, del día 23 de abril, el nombre elegido fue el de la princesa del reino. El rey se puso a llorar delante de todos sus subditos, apenado porque iba a perder a su única hija. Incluso, llegó a ofrecer todo su reino a quien ofreciera a su hijo/a para el sacrificio. Pero sus subditos no estaban dispuestos a intercambiar a sus hijos, ni por todo el oro del mundo. Así que la princesa se fue a la guarida del dragón para ofrecerse al dragón, ya que las leyes debían ser igual para todos.

En aquel momento, cuando la princesa se disponía a lanzarse para ser comida, se oyó una voz gritando "Ya es sufienciente!! Se acabó!! No te comerás a nadie más!!!" Era un caballero de hermosa armadura, montado en su enfurecido caballo dispuesto a atacar al malvado dragón. Le clavó su enorme lanza y le atravesó el corazón, y el dragón cayó desplomado.

Todo el pueblo empezó a reir, aplaudir y a vitorear al caballero, pero éste no les oía, no podía dejar de mirar a la hermosa princesa, de la que había quedado prendado.

La princesa, mirándolo con ojitos de enamorada le pidió que se casara con ella. Pero el caballero tenía otra misión, debía acabar con todos los dragones que estaban atemorizando a los pueblos del reino. Pero en prueba de su amor, recogió una rosa que había nacido de la sangre vertida del dragón, y se la ofreció a su princesa.

Desde ese momento, el día 23 de abril es el día de los enamorados, y la rosa, la flor que simboliza su amor.

FELIZ DÍA DE SANT JORDI

Un beso,

Anna

P.D.: Las ilustraciones son de Purificación Hernández, del libro "Sant Jordi i el Drac" de la Editorial Beascoa